El abuso de drogas inhalantes constituye un claro factor de riesgo para una amplia gama de enfermedades. De hecho, se considera que las consecuencias del consumo de estas sustancias resultan devastadoras para la persona.
La peor consecuencia que puede originar la inhalación de sustancias es el fallo cardíaco, el cual origina el síndrome conocido como “muerte súbita por inhalación”. Otras consecuencias negativas del consumo de estas drogas incluyen; convulsiones, coma, atoramiento, disminución paulatina del olfato, conducta violenta, hepatitis, dificultad para el control de esfínteres y trauma mortal. Finalmente, las investigaciones sobre los efectos de las drogas inhalantes ponen de manifiesto que estas resultan altamente tóxicas. De este modo, el consumo habitual de estas sustancias daña de forma elevada el sistema nervioso periférico del cerebro.
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